sábado, 6 de junio de 2009



SIGLO XX
En 1900, la ciudad abarcaba un área de 260 hectáreas y tenía una población de 96.605 habitantes. En 1906 se contrató a la firma londinense S. Pearson & Cia. Limited para levantar un plano de la ciudad y realizar un proyecto de acueducto para actualizar las redes de distribución. Esta tarea incluyó el reconocimiento de las antiguas líneas del acueducto de Aguavieja, que desde 1738 traía el líquido desde el río Fucha hasta la Plaza Mayor; el de Aguanueva, surtido por el río San Francisco e inaugurado en 1757, el de San Victorino, inaugurado desde 1803. La Bogotá de 1910 muestra el perímetro urbano de una ciudad que abarcaba 538 hectáreas. En 1913, el ingeniero José Gregorio Hernández coordinó el levantamiento de un plano que incluía el trazado de la línea del tranvía municipal a Chapinero, cartografía que parecía pronosticar la tendencia de crecimiento de la ciudad hacia el norte. Los años veinte han sido catalogados como el periodo de la una segunda modernidad en Colombia. Algunos aspectos de la Bogotá de esta época están relacionados con la tendencia a consumir productos importados; se establecieron desde el siglo XIX los primeros bancos y por esta época aparecieron los primeros edificios construidos especialmente para albergar centros comerciales. De 1918 es el edificio del Pasaje Hernández, que aun subsiste en el centro de la ciudad. Desde los años treinta se nota una marcada tendencia por el crecimiento rápido de la ciudad. La construcción del campus de la Universidad Nacional fue en 1938. De los años treinta son los barrios Inglés, Centenario, Teusaquillo, La Magdalena y La Cabrera; de los cuarenta, La Soledad, Samper Mendoza, Santa Fe y Vitelma, entre muchos otros. En 1947 Le Corbusier visitó la ciudad y en 1950 entregó un "plan piloto" para su desarrollo futuro. Este proyecto contemplaba la idea de sectorización por usos del suelo proponía clasificar las vías de acuerdo a su capacidad y pronosticaba que en cincuenta años la población total llegaría a un millón y medio de habitantes. Los diferentes ríos y quebradas que cortaban el camino del Norte o carrera Séptima determinan los puntos de referencia del crecimiento de la ciudad durante el siglo XX. Hacia 1920 empezó la urbanización de los predios cercanos al río Arzobispo (calle 39). Hacia 1923, la quebrada de Chapinero (calle 62) marcaba el límite de crecimiento de Bogotá. Para 1932 la quebrada de la Vieja (calle 70 A) bañaba terrenos urbanizados. En 1947 la ciudad llegó hasta las quebradas de la Cabrera y el Chicó (calle 88) y durante los años cincuenta tocó el río de Los Micos o quebrada de Luce (diagonal 109). La urbanización de los terrenos próximos a la quebrada de Trujillo (calle 127) sucedió hacia 1960 y la quebrada de los Cedros (calle 134) a mediados de la misma década. La construcción de la ciudad da partir de esta época ha estado determinada por el incremento del valor de la tierra alrededor de los centros comerciales, Unicentro el primero de ellos.

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